martes, 30 de octubre de 2012

Gracias a Zeus existe la escritura

¿Cómo se descubren esas palabras que tan bien describen un momento, un sentimiento? Y una vez descubiertas, ¿Qué se hace con ellas? ¿Cómo se conectan?
 No es nada en concreto. Algo que tampoco se siente para nada abstracto. Si está ahí, si yo no puedo verlo, pero está, pero no es abstracto, pero sé bien que él lo ve, que ella lo ve, que todos lo ven, pero yo tan sólo lo atisbo, me estiro y tomo tan solo una esquina, una pequeña esquina, la puntita de aquel... ¿Sentimiento? ¿Momento? No sé cómo llamarlo como tampoco sé bien qué es. Pero está, pero existe. ¿Es mío? ¿De él, de ella? No. No le pertenece a nadie. Es libre.
 Se transporta, se mueve libre en el aire como las volutas de humo que salen de este cigarrillo que parece no terminarse nunca. ¿Será un cigarrillo? No, no tiene el mismo sabor. Sabe a soledad, a represión. Sabe también a necesidad, a pasión, a cautela. Sabe un poco a sangre y otro poco a vos.
 ¿Y cuál es el resultado de todas estas palabras que se conectan y desconectan? Se asemejan a las lineas discontinuas que tanto me gusta mencionar cada dos o tres vueltas del reloj. Un rejunte de todo, eso es esto. Esto no es aquello. Pero aquello es esto que yo siento, que yo atisbo. Pero que no veo. ¿Por qué no lo veo?  Puede que no sea el momento de verlo, que se esconda de mí, puede que esté huyendo y cuando voy a alcanzarlo, cuando lo atisbo, cuando estiro el brazo, lo tomo por una pequeña punta y luego se me escapa de entre las manos.
 ¿Qué pasaría si algún día lo veo, lo tengo entre mis brazos? ¿Qué forma tendrá? ¿Me sentiré a gusto con aquel... sentimiento, momento? Espero que se sienta a gusto conmigo. Espero darle lo que necesita. Que tengas la llave no significa que debas abrir la puerta. Pero siempre se puede mirar por la ventana, chusmear un poco qué te espera adentro, qué te recibirá de brazos abiertos o cruzados cuando llegue el momento de cruzar el umbral, de encontrarte con eso que pudiste sentir pero no ver, que pudiste tocar pero no abrazar, con aquello que surge de unas lineas discontinuas como volutas de humo flotando en el aire...
 Ya fue, me voy a fumar un pucho. Y que el resto venga solo.

1 comentario:

  1. ''Que tengas la llave no significa que debas abrir la puerta'' Oh me siento alagado *-* Te amo mucho Notitas, ya sabes lo que pienso de todo lo que escribís, entraría una vez más en lo obvio.

    ResponderEliminar

Exprimí aquel putrido cerebro tuyo para que revolotee hasta acá tu vasta opinión